La crisis de seguridad y las empresas
En los últimos años se ha producido un aumento en el nivel de exposición de las empresas al riesgo de seguridad. Los factores de los incidentes son múltiples y complejos, debido principalmente a la interacción que existe entre estos riesgos, a nivel nacional e internacional.
En este contexto, las empresas y proyectos de inversión tienen los mismos desafíos: ser capaces de incorporar en su organización la gestión de riesgos de seguridad, de forma preventiva y eficiente.
Esta situación no es baladí. Las compañías han puesto foco en el cuidado de las personas de forma contundente, y el nivel de exposición al riesgo de seguridad se ha transformado en elemental para la continuidad de los proyectos en la región.
El personal más expuesto a la criminalidad son los mismos trabajadores de las compañías y, yendo más profundamente, los guardias y vigilantes que están a cargo de la protección de las instalaciones. Para ellos, las compañías deben implementar programas de capacitación e instrucción, elementos de protección y de comunicación eficaces. En este sentido, la profesionalización de los equipos de protección es fundamental para las compañías.
Un elemento central para estos equipos es el uso de tecnologías eficientes que permitan prever y anticipar los riesgos, así como ser un soporte para la contención de eventos, teniendo siempre como objetivo el resguardo de las personas como prioridad. La tecnología ha tenido un progreso considerable en este aspecto, no sólo en relación con protecciones como cámaras, drones, sistema de emisión de ruido o gases, entre otros, sino también en plataformas tecnológicas de gestión de data preventiva.
Sebastián Cortés,
Socio Fundador – Gerente General

La tendencia es, entonces, el uso de herramientas tecnológicas que permitan mitigar el riesgo hasta un nivel de tolerancia aceptable. La implementación de estas herramientas tiene un CAPEX alto y un OPEX bajo, pero la esencia no es sólo un criterio económico.
¿Qué tanto están dispuestas las empresas a tolerar el riesgo de exposición de las personas a fenómenos criminales? Las compañías hoy son conscientes de este escenario y hemos sido testigo de cómo han implementado mejoras en sus sistemas de protección, adaptándose a los cambios que la criminalidad ha desarrollado durante estos años.
Aún quedan barreras culturales que resolver, dado que aún la presencia de guardias transmite la percepción de seguridad internamente. Las tecnologías de protección están progresando, pero aún se puede hacer mucho, sobre todo a través del uso de la inteligencia artificial.
En síntesis, la estrategia de seguridad de las compañías tradicionalmente focalizada en la protección de activos y recursos críticos, amenazas y tecnologías, debe migrar hacia una estrategia de gestión de riesgos que incluya aspectos complejos como el contexto social -y su proyección-, partiendo desde la protección de las personas.
Las compañías entienden e incorporan más rápido el cambio de tendencia de riesgos, sobre todo de seguridad, que otras instituciones. El desafío está en cómo los distintos actores (policías, instituciones públicas, compañías, comunidades, entre otras) colaboran en este desafío a través de un trabajo inteligente, en conjunto y coordinado.
The security crisis and companies
In recent years there has been an increase in the level of exposure of companies to security risk. Incident factors are multiple and complex, mainly due to the interaction that exists between these risks, nationally and internationally.
In this context, companies and investment projects face the same challenges: to be able to incorporate security risk management into their organization in a preventive and efficient manner.
This situation is not trivial. Companies have placed a strong focus on people care, and the level of exposure to security risk has become essential for the continuity of projects in the region.
The personnel most exposed to crime are the company’s own workers and, going deeper, the guards and security guards who are in charge of protecting the facilities. For them, companies must implement training and instruction programs and effective protection and communication elements. In this sense, the professionalization of protection equipment is fundamental for companies.
A central element for these teams is the use of efficient technologies that make it possible to foresee and anticipate risks, as well as to support the containment of events, always with the objective of protecting people as a priority. Technology has made considerable progress in this aspect, not only in relation to protections such as cameras, drones, noise or gas emission systems, among others, but also in technological platforms for preventive data management.
The trend is, therefore, the use of technological tools that allow mitigating the risk to an acceptable tolerance level. The implementation of these tools has a high CAPEX and a low OPEX, but the essence is not only an economic criterion.
Sebastián Cortés,
Founding Partner – General Manager

How much are companies willing to tolerate the risk of exposure of people to criminal phenomena? Companies today are aware of this scenario and we have witnessed how they have implemented improvements in their protection systems, adapting to the changes that criminality has developed over the years.
There are still cultural barriers to resolve, as the presence of guards still conveys the perception of security internally. Protection technologies are progressing, but much can still be done, especially through the use of artificial intelligence.
In short, the security strategy of companies traditionally focused on the protection of assets and critical resources, threats and technologies, must migrate towards a risk management strategy that includes complex aspects such as the social context -and its projection-, starting with the protection of people.
Companies understand and incorporate the change in risk trends, especially in security, more quickly than other institutions. The challenge lies in how the different actors (police, public institutions, companies, communities, among others) collaborate in this challenge through intelligent, joint and coordinated work.